El tiempo entre la comida y en que las luces se apagaban, se arrastró lentamente. Miley discretamente miraba alrededor durante la hora recreativa, pero no lo vio en la sala de TV. Para cuando dieron las diez p.m., Miley se encontró hecha nudos. A medida que sistemáticamente cerraba las celdas, se encontró con la 742. Se detuvo en frente le dio un jalón fuerte, el preso la observaba desde su litera. Se puso de pie y camino hacia ella, moviéndose cerca de las barras.
— Oficial Cyrus, la noche pasada fue muy, muy agradable. Tenía la imagen de su sexy boca y sus dientes blancos chupando y mordiendo mi polla. Pero esta noche me dio más en que pensar y quiero que piense en ello. — él le susurro. — Quiero que te toques el coño cuando me veas e imagines que te toco. Te chupo. Y quiero que nos corramos juntos. ¿Puedes hacer eso por mí, cariño?
Ella lo miro con los ojos bien abiertos, Miley sabía que debería estar furiosa por su osadía. Pero esta era la primera vez que un hombre le había hablado de esa manera y maldita sea si no se sentía bien.
Nick extendió su mano a través de las barras, se apodero de su cadera y tiro de ella acercándola a él. Ella jadeo y se tambaleo un poco cuando él la apretó contra su fuerte longitud, el empezó a apretar sus caderas rítmicamente, casi imperceptible en contra de su dulce centro. Ella retrocedió, fuera de su alcance, el pánico se apodero de ella. Su coño estaba húmedo y adolorido por él, pero ella se mantuvo firme.
— Va hacer que me despidan, Jonas. Usted no puede tocarme de nuevo. — le advirtió en voz baja.
— Esta bien, entonces, no lo haré. No hasta que me lo pidas. Pero no es contra las reglas el pensar en alguien. ¿No? A sí que esta noche quiero que pienses en mí. Y que sepas que estoy pensando en ti, ¿está bien Cyrus? — le pregunto con voz ronca por la necesidad.
Igual que una marioneta fue incapaz de dejar de asentir con la cabeza.
— Debes irte. — entonces, añadió lo suficientemente alto como para que cualquier persona lo oyera. — Gracias por explicarme eso, Oficial Cyrus. Todavía no me acostumbro a todas las reglas de aquí, pero gracias por su ayuda. — Se dio media vuelta y regreso a su litera.
Miley se alejó de la celda con piernas temblorosas y termino su ronda en piloto automático. Sabía que tenía que parar esta locura, pero era tan fácil arrastrarse por este hombre y su cruda sexualidad, que ella no sabía cómo.
Entro en la sala de control y cerró la puerta con seguro detrás de ella. Apoyándose contra ella, contenta de tener la barrera entre ella y el resto del mundo por un momento. Una cosa era tener esos enfermos deseos, pero otra era actuar con ellos. Las mujeres de bien se supone que no deben disfrutar con el sexo desear el sexo. Se suponía que solo lo tenían que tolerar.
De repente algo se rompió dentro de ella. ¡A la mierda! Ella no era una mujer bien, porque estaba harta de aguantar. Enferma de seguir pretendiendo que no lo quería y tratando de ocultar quien era y que era. Con voluntad férrea, se trasladó hacia los monitores, apagándolos todos menos uno. Ajusto la imagen del 742 ampliando la visión. En la penumbra, podía ver a Nick de pie junto a su cama. Miley hecho un vistazo a su reloj. Diez y media en punto. En ese momento Nick también miro el reloj de la celda y le sonrío y luego se volvió a la cámara. Se sentó lentamente, en la orilla de la litera fuera de la vista de la celda opuesta. Después de colocar la almohada detrás de él para que pudiera descansar, se recargo. Miley se sentó al borde de su silla. Vio cómo su mano derecha desaparecía lentamente por la parte delantera de sus pantalones y la izquierda se trasladó hasta su pecho tirando de un pezón.
Nick nunca dejo de mirar a la cámara y comenzó a acariciarse sobre el pantalón, aún no se desnudaba para ella. Miley gimió cuando ella también busco y tiro de su pezón ya hinchado. Se mordió el labio y gimió. Maldita sea había pasado tanto, tanto tiempo. Se balanceo en su silla, tratando de aliviar la presión entre sus muslos. Temblando llego a su camisa y se desabrocho tres botones, movió su mano por delante de sus sostén y tomo la plenitud de su seno, otra vez tirando de su pezón, esta vez un poco más duro. Ella deslizo su otra mano hacia el botón de sus pantalones. Cuando se abrió rápidamente, deslizo la cremallera abajo y se tocó.
Miley extendió su mano sobre su coño y gimió cuando comenzó a frotarse su clítoris con los dedos. Mientras miraba a Nick, ella se volvía insoportablemente frustrada, queriendo venirse solo con mirarlo, pero con una sensación de vacío dentro de ella, con avidez miro su enorme polla. Trato de combatir las olas que la goleaban, lista para el choque pero sabiendo que el alivio era fugaz. Quería, no necesitaba sentirlo en su interior. Gimiendo de frustración, deslizo dos dedos en el coño y gimió con impulsos y los apretó. Lucho por dirigir más profundamente sus dedos, tan profundos que pudo imaginar que era la polla de Nick palpitante en su interior. Ella gimió y otra vez lucho contra el clímax que amenazaba con succionarla, aforrándose a los últimos vestigios de auto-control.
Nick miro a la cámara y trato de no cerrar los ojos imaginando los pechos llenos de Miley, los pezones listos para ser succionarlos, por debajo del uniforme. Se imaginó lo que vería, imaginando presionar su gruesa polla entre los pechos de seda, ella apretándolo, exprimiéndolo, mientras él bombeaba su eje hacia arriba y abajo.
De pronto impaciente saco la polla de sus pantalones, apretó la cabeza y gimió con una gota de esperma en la punta. Imagino a Miley de rodillas ante él, lamiéndolo y succionándolo profundamente en su boca. Nick se acarició más rápido, pensó en ella en la sala de control viéndolo y comenzó a trabajar más rápido, con fuertes embestidas que le daba a ella, pinchando sus pezones firmes y deslizando un dedo en el pliegue húmedo femenino y luego en el interior de su coño con fuerza, Dejo su pezón y bajo su mano para exprimir sus bolas, tirando de la presión que se construía en su vientre. Si no lo hacía más lento, el habría terminado antes de que empiSe hizo el eco de unos pasos ligeros por el pasillo y Miley gimió casi en voz alta. Él estaba a punto de llegar, tenía la esperanza de que ella se corriera con él y ahora un entupido lo había interrumpido. El gruño en señal de frustración, pero soltó su polla palpitante y se incorporó rápidamente, acomodándose.
Alzo la vista cuando los pasos llegaron a su puerta oyó el ruido del radio y a continuación Sarguchi hablando en voz baja.
— Hey Miley, ¿qué sucede allá abajo? Voy por un café. ¿Quieres uno?
La voz de Miley sonó un poco sin aliento.
— No gracias, Rich. Estoy bien.
— ¿Estas bien? Suenas un poco rara.
— Estoy bien, solo un poco acelerada por el exceso de cafeína. — respondió ella nivelando la voz.
Nick se echó para atrás y soltó una maldición. Gracias al imbécil de Sarguchi, que seguramente regresaría a la sala con el Oficial Miley Cyrus. Malditamente fabuloso.
Mierda. Solo solo mierda. Eso había estado cerca. La pudieron haber cachado. Si Rich hubiera llegado en lugar de hablado, ella hubiera tenido que abrir la puerta de sala de control ruborizada y despeinada y el habría sabido que algo estaba pasando. Miley no sabía las políticas de estarse acariciando a sí mismo en el trabajo, pero estaba bastante segura de que era mal visto.
Había llegado demasiado lejos, estaba arriesgando su trabajo y su reputación Por un tipo que apenas conocía. Y la situación era tan fuera de norma. ¿Quién podía decir que la atracción que sentía el uno por el otro fuera autentica? Había llegado muy cerca de hacer algo verdaderamente reprobable. No importaba que Nick haya hecho los movimientos y que solo se habían tocado fugazmente. Había un código que había jurado mantener y por un momento salvaje y loco lo había perdido de vista. Eso no podía volver a suceder.
Miley peso sus opciones, Podía solicitar su trasferencia a otro bloque. Las cosas podrían volver a la forma que solían ser, antes de que viera a Nick Jonas. Volver a los anteojos sin receta y desaliñada. Volver a ser invisible. Y sola.
En su experiencia, los hombres eran como urracas en la búsqueda de algo brillante. Una vez que ella escondiera las cosas con lo que se sentían atraídos, era como si no existiera. A excepción de Nick. Se había dado cuenta y visto a través de la fachada. ¿Podría alguna vez encontrar a un tipo como ese en el mundo real?
Cuando Miley se acostó esa noche, el sueño tardo mucho tiempo en llegar.
Ella se despertó a la mañana siguiente cansada pero resuelta. Iba a evitar a Nick durante unos días hasta que pudiera pensar con la cabeza fría. Y mientras tanto, se iba permitir ser ella misma, Pasara lo que pasara, había acabado con la clandestinidad.
Miley decidió saltarse las clases y se fue al centro comercial en su lugar. Salió de la casa con el pelo suelto y dejo sus gafas en la mesita de noche. Caminando de tienda en tienda, se las arregló para gastar casi todo su sueldo en ropa nueva, zapatos y maquillaje.
Cuando llego la hora de prepararse para su turno de noche en la prisión, lo hizo como una mujer normal, atractiva y todo lo segura que podía. No reduciendo al mínimo el sostén, sin el uniforme mal ajustado. Sus pantalones nuevos le quedaban como debería de ser. Su camisa era de corte deportivo, ajustada en la cintura, ampliándose hacia arriba para dar cabida a sus senos llenos. Su maquillaje era ligero y de buen gusto. Tenía el pelo recogido en un nudo suave en la nuca.
Ella paso por la entrada de la prisión, marcho por el detector de metales y le dio al alguacil una sonrisa mientras él la miraba fijamente.
— Hola Burt. — ella lo llamo por encima del hombro de él.
— Hola a ti. — logro decir con voz débil.
Se paró en la sala de descanso para tomar una rosquilla en su camino a la sala de control, se encontró con Rich. Estaba comiendo una dona rellena de jalea y comenzó a ahogarse cuando ella entro.
Miley se apresuró y empezó a golpearlo en la espalda. — ¿Hey Rich estas bien?
— Sí. — jadeo. — Musta ejem respire el azúcar en polvo.
— ¿Quieres que te consiga un poco de café, para bajar la comida?
— No, ya estoy bien. Hey, escucha ¿Miles te gustaría? — se detuvo en seco cuando Warden Eller entro a la sala.
— ¿Bueno Oficial Sarguchi, porque no me presenta a la visita? — dijo mirando expectante a Rich haciéndole un gesto señalando a Miley.
Ella sintió su cara caliente. — Soy yo Warden.
- Miley Cyrus .
El rostro del director se tensó.- Oficial Cyrus no la reconocí, me disculpo. — dijo secamente, y se fue a la cafetera.
Miley no podía entender que fue lo que paso. En ocasiones cuando estaban cortos de personal, otros comandantes venían de otros condados y hacían tiempo extra. Aparentemente Warden la confundió por un comandante de otro condado, pero no explicaba porque estaba frío cuando ella le corrigió. Miley le dijo a Rich que se verían en el bloque y se fue, desesperada por salir de ahí. Cuando entro en la sala de control se tropezó con Manny.
— Wow. — dijo riendo y agarrándola de los brazos para sostenerla.
Ella levanto la cara y se encontró con sus ojos.
— Miley. — dijo con una expresión nublada que apareció en su rostro mientras le veía su apariencia.
— Hola Manny. — respondió ella, de repente se sentía miserable y autoconsciente.
El suspiro, soltándole los brazos y dando un paso atrás. — Creo que debemos hablar, como un amigo a otro.
— Esta bien.
— En primer lugar, permíteme decirte que luces impresionante. — sus ojos oscuro se lo probaron.
Ella le guiño y sonrío forzadamente, ella deseaba que el terminara ya.
— Pero. — continuo, señalándola de arriba abajo. Esto no va funcionar. Ellos no te van a promover luciendo de esa manera. Y nunca te tomaran en serio. Aquí o en homicidios.
En un instante, la furia reprimida durante los últimos cinco años se desbordo.
Esta es la manera en que me veo y estoy harta de estarme escondiendo para complacer a todos. No estoy alardeando o vistiéndome inapropiadamente. La única piel que se muestra es la de mi cara y mis manos. ¿Que pueden decir de mí? — ella exigió.
Manny no vacilo. — Yo no soy tu enemigo aquí. Te lo digo como amigo. No te van a despedir por ser demasiado bonita ni nada de eso. Ellos van hacer que tu renuncies. Entiendo que no es justo. Sin embargo, este es un club de niños. Y la única razón de que te dejen estar es por como eras pero ahora — él se apagó.
— ¿Y ahora qué? — lo desafío.
— Ahora eres una distracción. Y piensa en tu intento de ser sargento. Si tú te conviertes en sargento luciendo así. Imagina lo que dirán de ¿cómo conseguiste el puesto? Sabiendo eso, ¿qué político te promovería?
La expresión de él se suavizo, en su ojos amables apareció lástima. — Bien o mal, hay razones porque una chica bonita no funciona aquí. — Se volvió para reunir sus cosas y firmar la salida. — Ya termine de darte conferencia. Yo solo quería asegurarme de que estuvieras preparada. Tú haz lo que tengas que hacer. — El abrió la puerta para salir y la miro. — Para que valga la pena, espero que te quedes aquí. — Y se fue.
Miley cayó pesadamente en la silla, con las piernas demasiado débiles para sostenerla. Tal vez se equivocó. Esta era la forma que solía ser, pero ¿seguramente los tiempos cambian?
En el fondo, sin embargo ella sabía bien.
--------------------------------
Capi larguisimo por que kise consentirlas, cuidense hermosas bye
PRONTO MEGA MARATON POR MI ANIVERSARIO Y SI QUE SERA MEGA MARATON EHHH SUBAN CAPS.
awww me encanto siis tienes que seguirla
ResponderEliminarhermosisima.. me re encanto siguela pronto... y gracias x pasar x mi blog!!! ;) un beso grande!
ResponderEliminarHOlA
ResponderEliminarme esta encantanto esta nove.... si maraton!!!
Amazing girl! LOVE IT!!
ResponderEliminarand after four months without computer, jaja i wanna tell u something!
I'M BACK!!! jaja
kuidathe girl!
and i hope u didn't forgot me yet hahaha =)
AWWWWWWWWW SI PORFISSSS SUBI MARATON DE ESTA NOVE QUE SE VE SUPER INTERESANTE!!! JAJA , BESOTESSS Y POR CIERTO ME ENCANTO EL CAPII!!!
ResponderEliminar