It is Another. cap 2 part 1 ♥♥ Nueva nove cap 1

cap dedicado a mi adorada sis cyrus tiff  TKM nena e cumplido jajaja bromis

 It is Another

Apretó los dientes y espero hasta que su padre saliera de su cuarto antes de arrojarse sobre su cama y llorar, su madre había escapado con esa banda por culpa de su padre, estaba obsesionado con un heredero, la había vuelto loca, recriminándole sus problemas para concebir, la había hecho abortar cada vez que le decían que era niña, después de dos perdidas su madre se largo pero ya estaba tan dañada que no soporto la vida, ahora ella seria sometida a esa obsesión ¿Qué pasaría si no podía tener un niño? Oh dios ni siquiera podía pensar en ella con un bebe, ¡Robert Jonas? El diablo, asi lo llamaron en un periódico hace unas semanas, tan cruel y despiadado como su mismo padre ¿seria asi su nieto? Si, debía ser igual a su abuelo, los Jonas eran como emperadores… uno de los nietos salía en las portadas por sus fiestas y el otro por sus triunfos en los negocios… oh dios ojala sea el de las fiestas, podría ser mas divertido y mas relajado que el otro que debía ser una versión mas joven que el viejo, no le importaba que a ese el juerguista lo catalogaran de mujeriego e imprudente, no le importaba que fuera infiel asi buscaría en otras camas lo que ella no quería darle… un hijo, oh dios un hijo…

¿Qué infiernos hacia su hermano cargando maletas? Una de las maletas lo había golpeado cuando el salía de la casa, se volvió y lo vio meter las maletas en el Ferrari, oh demonios estaba escapando, no podía escapar…

Nick: ¿Qué demonios estas haciendo Joe? El viejo…

Joe: no me importa Nick, yo no me casare con… si la hija de Julián Cyrus no puede encontrar marido sola no me pescaran a mi…

Nick: Joe ¿Qué harás? Se te acabara el dinero y no duraras ni dos minutos… el viejo no te perdonara lo sabes…

Joe: no me importa Nick, no me casare… no lo hare… me están obligando a… a… vi una foto de la tipa esa, llevaba un traje rosado y un sombrero, parecía… la falda le llegaba bajo la rodilla era como… yo no podre vivir con una mujer asi, me asfixiare, Nick convéncela… hazle ver que yo no soy lo que ella necesita, por dios yo casado…

Vio el Ferrari salir disparado de la casa, derrapo en la salida pero Joe era un excelente conductor, sintió la acides en su garganta, esta vez su abuelo no lo perdonaría, no se lo dejaría pasar y era muy probable que lo desterrara de la familia, le prohibiría ayudarlo y… infiernos su única posibilidad era convencer a esa chica, hizo bien en venir a tranquilizar a su hermano… infiernos debió pensar que Joe cometería una locura, su hermano aunque le doliera era un cobarde, debió quedarse y convencerla el mismo, respiro hondo… en un día,  a media mañana llegaría la chica, entro en la casa y se encontró al personal jugando cartas en la cocina, Joe ni siquiera podía controlar una casa, los puso a organizar el arribo de la chica, la instalarían en una de las habitaciones del norte.

Miro como el chofer cargaba sus maletas, alzo la barbilla y atravesó la sala del aeropuerto, Henri el chofer de su padre hizo todo el papeleo mientras ella descansaba en una silla en una lujosa sala de espera, eso era lo bueno de ser una Cyrus, el trato siempre es el mejor, la tasa de café aun estaba frente a ella pero no podía tragar nada, le aterraba lo que le deparaba el destino, Amanda le había dicho que en internet solo había una fotografía del viejo y sus dos nietos para su cumpleaños, y que ambos chicos eran guapos, pero ella no pudo mirar, se le revolvía el estomago de solo pensarlo, demonios hasta su amiga pensaba que era una buena idea después de ver a los nietos de Robert Jonas por internet, según ella eran de tez blanca pero cabellos negros, ondulados, y guapos, no le importaba si eran horribles o guapos aun sentía nauseas, asco, su padre la estaba vendiendo literalmente al mejor postor, y era tan repugnante que nada lograría hacerla ver bien todo esto, las palabras de su padre a modo de despedida aun retumbaban en su cerebro, todas dichas frente a Henri, para avergonzarla, para humillarla, para demostrarle quien era quien mandaba… “espero que el te enseñe a mantener la boca cerrada y comportarte, espero que ese chico te controle o serás una vergüenza tal como lo fue tu madre, no hagas nada que me deshonre o esa chiquilla pagara las consecuencias ¿quedo claro?” ella solo pudo asentir y tragar el enorme nudo en su garganta, bien podrían decir que a su padre no le importaría que ese hombre hiciera lo que quisiera con ella, respiro hondo una vez mas y anunciaron su vuelo.

Entro al cuarto que ocupaba su hermano, se largo y una vez mas lo dejo a el con los problemas, solo esperaba convencer a esa muchacha que Joe nunca seria un buen marido y que busque por si sola, su abuelo no perdonaría una ofensa asi, estaba malditamente seguro, una revista sobre la cama llamo su atención, se acerco y vio la fotografía que le menciono su hermano el día anterior, el sombrero era horrible ¿Por qué a las mujeres les gustaban esas cosas? Pero en fin el sombrero cubría la mitad de la cara de la chica y el resto estaba tras una sombra, era delgada, y parecía alta, no podía decir nada mas, el traje no tenia forma, se parecía a los trajes de la reina inglesa, sobria y seria, podía comprender el horror de Joe que acostumbraba a salir con amazonas, es decir modelos… actrices, bailarinas… esa clase de chicas, miro su rolex de oro y ya era hora, bajo y espero a la invitada en la sala, le servirían un jugo y un bocadillo si ella quería… lo pensó mejor y salió a la entrada, era mucho mas cortes saludarla y llevarla el mismo hasta la sala.

El traje celeste que su padre acepto para su viaje era horrible e incomodo, llevaba medias, odiaba las medias, lo quemaría asi como solía hacer su padre con su ropa. En el aeropuerto se suponía que un chofer la esperaría, pero ella aprovecho de pasar a los servicios para damas y se quito el horrible vestido, se puso un vestido, corto pero no demasiado, era casual pero elegante a la vez, algo que su padre no aprobaría pero no lo haría subirse por las paredes, dejo el traje en el servicio de damas, no lo quería, y sintió placer, el horrible traje era incomodo y asfixiante, además hacia mucho calor para llevar chaqueta, salió y vio un cartel con su nombre, el chofer no pregunto nada solo la escolto a una limosina, bien viajaría en limosina, entraron por un camino larguísimo y estaba segura que ya estaban en la propiedad Jonas, finalmente llegaron a la casa pero nadie llamaría casa a esa enorme construcción, era un palacio en miniatura, el chofer abrió su puerta y ella saco las piernas, una mano le era ofrecida ella la acepto pensando que era el chofer, salió completamente del coche pero el dueño de la mano no se movió ni un centímetro por lo que quedaron cara a cara a pocos centímetros, ojos de chocolate, ojos intensos…

Vio llegar la limosina y a Luc bajar y abrir la puerta pero el chofer corrió a sacar las maletas… una falta de educación a si que el corrió y le ofreció la mano a la chica para salvar la falta pero una piernas que el no esperaba salieron del coche, unas piernas larguísimas… bronceadas… de piel suave y deliciosa, estaba seguro que eran deliciosas… estaba como hipnotizado por esas bellísimas piernas que… ella salió y se quedo frente a el, podía ver el océano del mediterráneo en sus ojos…

Tez blanca, cabello negro y rizado, este no podía ser un empleado, además tenia una cara demasiado arrogante, podía verlo en su nariz, su boca y su mirada, el no era un empleado, el mandaba, el seguía mirándola a los ojos de una forma tan…

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Una deuda de amor

Nick Jonas cortó la comunicación telefónica con gesto de preocupación. Conque la salud de Jasper fallaba. Ya que su padrino tenía ochenta y dos años, no tendría que resultar una sorpresa, sin embargo...

Se levántó de detrás de su escritorio y cruzó el espacioso despacho en el moderno edificio de cristal y acero que albergaba las oficinas centrales en Londres del Banco Mercantil Valverde, una construcción tan elegante como su dueño.

Pero a Nick le daba igual su entorno. Su mente estaba en Jasper Dysart, su tutor desde que tenía doce años, un verdadero excéntrico inglés, un solterón que se había dedicado toda su vida al estudio de mariposas raras, y el hombre más adorable del mundo. Mentalmente, Jasper y Nick eran polos opuestos, como si procedieran de distintos planetas, pero Nick lo quería. De repente se dio cuenta de que lo único que Jasper le había pedido quedaba aún por hacer y el tiempo no esperaba.

Unos golpes en la puerta precedieron la entrada de su ayudante ejecutivo, Bruce Gregory. Aunque normalmente era el modelo de la eficiencia, Bruce se quedó en el umbral indeciso, sujetando en la mano una hoja de papel con los dedos agarrotados.

-¿Sí? -preguntó Nick con impaciencia. El rubio joven carraspeó.

-El chequeo aleatorio de seguridad ha descubierto un empleado con problemas financieros.

-Ya sabes las reglas. Las deudas son motivo de despido inmediato. Tenemos demasiada información confidencial para correr tal riesgo.

En todos los contratos de los empleados figuraba esa cláusula.

Bruce hizo una mueca.

-Esta empleada ocupa un puesto de poca importancia, Nick.

-No veo que eso cambie nada -dijo, sin tiempo ni conmiseración para aquellos que rompían las reglas. Nick despreciaba la debilidad y la utilizaba sin miramientos cuando la descubría en sus adversarios.

-En realidad... es Miley.

Nick se quedó quieto. Bruce se concentró en mirar la pared para no verle la sonrisa de triunfo. Todo el mundo sabía que Miley, un auxiliar administrativo en la última planta, sacaba a Nick de sus casillas.

No tenía ni una sola cualidad que no irritase a su frío y sofisticado jefe. En las últimas semanas lo había oído censurar su aspecto desaliñado, su torpeza, su alegre charla, sus constantes colectas para caridades desconocidas, y, había que admitirlo, su nivel de incompetencia en el negocio, que la había convertido en la mascota de la oficina. Nick era el único a quien no había afectado la cálida y cariñosa personalidad que la hacían tan querida por todos.

Lo cierto es que si se hubiese presentado a una entrevista nunca habría conseguido el trabajo. No tenía titulación. Fue Jasper Dysart quien le pidió a César que le diese el trabajo. El departamento de personal se había ocupado de ello, pero habían encontrado la tarea un poco difícil, ya que Miley era totalmente incapaz de comprender la tecnología. Había ido pasando de departamento en departamento hasta llegar al último piso, algo que le había encantado a su protector, pero que desgraciadamente la había acercado al radio inmediato de Nick.

Nick extendió la mano y Bruce le dio el papel con manifiesta reticencia.

Mirando la hoja, Nick levantó lentamente una negra ceja. Era evidente que Miley Cyrus llevaba una doble vida. La lista de acreedores incluía una conocida decoradora de interiores y el tipo de gastos que sólo podían corresponder a fiestas con alto consumo de alcohol.

Conque su apariencia inocente era una fachada... Durante un segundo pensó en lo horrorizado que estaría Jasper, que la creía una chica decente de costumbres hogareñas.

-Es evidente que ha sido bastante estúpida, pero si la echamos, se hundirá como una piedra-dijo Bruce-. Ella no se ocupa de nada confidencial, Nick ...

-Tiene acceso.

-Realmente no creo que tenga la suficiente inteligencia como para usar ese tipo de información- dijo Bruce tenso.

Nick lo miró.

-¿A ti también te ha engañado, eh?

-¿Engañado? -se dibujó en su cara un gesto de extrañeza.

-Ahora me doy cuenta de por qué siempre parece dormida. Será la resaca.

-Supongo que el señor Dysart se sentirá consternado cuando no la encuentre aquí en su próxima visita -dijo Bruce quemando su último cartucho en defensa de Miley.

-Jasper no está bien. Dudo que venga a Londres en un futuro próximo.

-Lamento oírlo -dijo Bruce, estudiando la cara fría en la que no podía leer nada-. Le pasaré la información de Miley a Personal.

-No, me ocuparé de ello personalmente -lo contradijo Nick-. Veré a la señorita Cyrus  a las cuatro.

-Se sentirá muy mal, Miley.

-Me parece que soy capaz de ocuparme de ello -dijo Nick, con un tono de voz que hizo a Bruce ruborizarse e irse.

Solo otra vez, Nick estudió la lista de acreedores con los ojos entrecerrados. Jasper quería mucho a la pequeña Miley. En realidad, en apariencia Miley era el tipo de mujer que su padrino le encantaría que le presentase como la futura señora Jonas, la clase de chica que no intimidaría a un inocente y viejo solterón totalmente al margen de los retos que presentaba la cercanía del nuevo milenio.

Así que ahí estaba. Por fin admitía que había desilusionado a su padrino, Nick se dijo con reticencia exasperada. Jasper siempre había deseado que Nick se casase y tuviese una familia. Y fuesen felices y comiesen perdices, añadió para sí, recordando con ironía a su volátil padre español y aún más volátil madre italiana, que sumaban ente los dos media docena de matrimonios fallidos antes de morir jóvenes e infelices.

Haciendo una mueca ante la idea de compartir su vida para siempre con una mujer, a pesar de que la conciencia le remordía un poco, Nick meditó el problema de la desilusión de Jasper. La experiencia le había enseñado que todos los problemas tenían solución. Una vez que se lo despojaba de los factores inhibidores de la moral y la emoción, lo imposible casi se convertía en posible.

Seguro que Jasper pensaba que sus veladas insinuaciones de lo feliz que Miley podría hacer a algún hombre afortunado habían sido demasiado sutiles como para ser reconocidas como tales. En realidad, Jasper tenía la sutileza de un martillo hidráulico y cuando Nick se dio cuenta de los comentarios de su padrino, no les había encontrado la gracia. Pero reconocía que si le dijese a Jasper que se había comprometido con Miley, éste no cabría en sí de la alegría. Y como hacer feliz a Jasper era el único objetivo de Nick, no valía la pena persuadir a nadie más que hiciese el papel de su prometida. Lo que Jasper quería, decidió Nick en ese momento, era lo que se merecía recibir.

Mientras se imaginaba cómo convencerlo de la necesidad de un compromiso largo entre dos personalidades tan dispares, a Nick le comenzó a gustar la idea. Hacer feliz a Jasper. Y Jasper no pretendería que su ahijado se lanzase al matrimonio sin pensárselo.

¿Y Miley Cyrus? Se hallaba entre la espada y la pared. Haría lo que le dijese. Cuando estaba cerca de él, se quedaba silenciosa y acobardada, lo cual le venía muy bien, porque César estaba convencido de que en caso contrario la estrangularía. Haría que adelgazase, se vistiese más elegante... Todo lo necesario para que este falso compromiso fuese creíble. Lo haría a conciencia.

-¿A las cu... cu... atro? -tartamudeó Miley, pálida como una sábana junto a la fotocopiadora mientras trataba de esconder la pila de fotocopias que le había salido con letra tan pequeña que era imposible de leer-. ¿Pero por qué quiere verme el señor Jonas? ¿Es por la llamada del árabe que se me cortó?

-No sabe eso -Bruce se envaró. 

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hola aqui dejando caps espero q les guste son largos eee jeje are algo pidire 7 o un poquito mas comentarios y subo maraton d 3 caps de cada nove y el final de "sumisa" no habia pedido una cantidad pero quiero probar me veo mala? gracias x sus coment cuidense bye comenten