viernes, 27 de mayo de 2011

SUMISA hot cap 2


2NDO CAPÍTULO.
 PERFUME DE JAZMÍN. 
.- 
La sonrisa de Nick fue absolutamente amigable como si lentamente lanzase al mercado su agarre en Miley. Ella se encontró con que podía respirar de alivio, pero su corazón todavía corría velozmente, como loco.

-¿Bueno, por dónde empezamos?- Si ella iba a hacer esto, lo iba a hacer bien, pensó Nicholas.Él frotó las manos de arriba abajo por sus brazos desnudos y la carne de gallina puso áspera su piel. -Christina te preparará para mí. 

¿Christina?- Miley quitó sus manos del pecho de Derrick. Él gesticuló detrás de ella y Miley cambió de dirección y miró boquiabierta la vista de una pelirroja regordeta y bonita. La mujer llevaba puesto un traje rojo apretado con sus amplios senos prácticamente saliéndosele del escote. Una falda pequeña y cómoda, de cuero rojo moldeaba sus muslos, apenas cubriéndole el montículo, y levaba puestas un par de botas de tacón alto rojas. Pero lo que captó la atención de Miley fue el collar tachonado de cuero rojo que llevaba alrededor del cuello y el lazo de la correa colgando de él.

-Maestro Nicholas. -Christina le hizo una inclinación de cabeza profunda, rompiendo la atención de Miley de ella y regresando a él.

-Por favor toma a Miley y prepárala para mí.- Ordenó mientras clavaba su mirada en Miley, ella tragó saliva bajo un torrente de anticipación. -Métala en algo apretado y negro que luzca mejor que las ropas que ella lleva puestas.- Él acarició con el dedo a lo largo de la mandíbula de Miley hasta sus labios, nunca apartando su mirada de la de ella. -Pero déjale puestos los tacones.
Miley tembló, sintiéndose que despertada, excitada y asustada al mismo tiempo.

 ¿En qué se había metido?

Christina dobló la cabeza. -Sí, Maestro- Nick se agacho y le murmuró algo a la pelirroja en el oído, luego cambió de dirección y caminó a grandes pasos alejándose y dejando a Miley sola con Christina. Miley le observó atravesar el cuarto andando, adelantando y dando empujones. Pensándolo bien, ella dio un paso adelante, sintiendo la necesidad repentina de seguirle. Tenía que decirle que había cambiado de idea. Que ella no podía llevar a cabo esto.

Pero Christina extendió la mano y tomó de la mano a Cyrus. -Nick es un buen dominador. Disfrutarás este fin de semana.

Con eso la atención de Miley volvió de regreso hacia Christina, un sentido extraño de celos despertándose a través de ella al pensar en esta mujer estando con Nick.- Estás teniendo una relación con Derrick?
 Jamie se rió.

-No. Le he servido sólo al Dominador John nueve años. Pero sabes cómo es esto de ser una esclava sexual.- Ella habló quedo. -Todos los esclavos hablan. Nick se ha acreditado como un Dom estricto pero justo-

Un sentido de que esto no era real inundó a Miley. ¿Esto es un estilo de vida para Nick, y no simplemente una cosa para pasar el fin de semana?

-Preparémosla.- Dijo Christina y tiró de la mano de Miley, dándole escolta muy cerca de la barra, bajando a un vestíbulo largo y ricamente revestido con paneles. El lugar entero era primoroso, al menos lo que ella había visto hasta ahora. Miley le permitió a Christina guiarla, no sabiendo qué decir o hacer. El sinsentido, oh el sinsentido, oh el sinsentido. No sé si puedo hacer esto. Pero ella ya se había dicho a sí misma que iba a llevarlo a cabo. Ahora ya era demasiado tarde para echarse atrás. Sin soltarle la mano a Miley, Christina la llevó hasta pararse delante de una puerta enorme de caoba y golpeteo en ella con los nudillos. Cuando nadie contestó, Christina entró dentro de la habitación con Miley a remolque. La puerta se cerró de golpe detrás de ellas con un sólido golpe. La mirada de Miley recorrió un cuarto que estaba decorado con tan buen gusto como el salón. Era una mezcla de enseres de caoba y las paredes y el mobiliario con cojines y las cortinas estaban hechas en azul marino y de color pizarra. Tenia olor a almendras y vainilla, y otra vez el estómago de Miley se expresó con un gruñido.

En el centro del cuarto había tres mesas de masajes tapizadas en cuero azul oscuro. A lo largo de una pared había tres puestos con cortinas en azul marino, y al lado de ellas una puerta se abría en un closet vestidor grande lleno de ropa apiñada apretadamente, se asomo para ver que había allí dentro. El cuero, spandex, y esas cosas negras brillantes de látex, era todo lo que ella podía definir. A lo largo de otra pared había gabinetes de caoba y estantes sujetando una colección variada de botellas, envases, y dispositivos de extraña apariencia.

Los espejos cubrían las otras dos paredes y el reflejo de Miley le devolvió volvió la mirada hacia ella. Una mujer demasiado delgada con pechos pequeños, su color moreno, y el pelo café en una masa descabellada alrededor de una cara pálida.
La pelirroja barrió con su mano para abarcar el cuarto. -Aquí es donde los esclavos nuevos se preparan para sus amos.

Miley sacudió con fuerza su atención del cuarto para mirar a Christina. -¿Los esclavos? Voy a ser una Acompañante Sexual como substituta para el fin de semana, no una esclava.

La mujer se rió y apuntó hacia uno de los puestos acortinados. -Escoje un vestidor. Desnúdate, quítate toda tu ropa y póngala en una de las bolsas. Lo enviaremos para tu cuarto.

Miley sólo podría clavar los ojos en la mujer .

Christina palmeó una de las mesas de masaje. -Cuando estés lista, recuéstate. Puedes envolverte una toalla alrededor del cuerpo si lo deseas.
Usted apueste que lo hago. -¿Es todo esto necesario?- Miley se encontró girando en espiral uno de sus dedos en un rizo de su pelo, algo que ella no hacía desde que era una niñita.

-Caramelo, vas a armarla. -Christina la llevó del brazo y la condujo al puesto más cercano. -Relájate y contrólate. Deja de preocuparte, y gózalo.

 2nda parte.

Goza, goza, goza. Dios, el pensamiento de controlarse parecía casi ennoblecido. Ella podría hacer esto. 

Miley se metió detrás de la pesada cortina de terciopelo del vestidor. Cuando terminó de desvestirse, apartó de un empujón su ropa y la metió en una de las bolsas finas de tela, dejando fuera los tacones de estilete, luego se envolvió el cuerpo en una gruesa toalla azul.

Cuando ella volvió a entrar el cuarto, Christina la esperaba delante de una de las mesas que ella había visto. -Sige adelante y recuéstese, caramelo.
Miley sujetó la toalla tirante alrededor de su cuerpo para subirse encima de una de las mesas de cuero, boca abajo.

-Jazmín.-Christina regresó, llevando una botella llena de aceite de oro. -El Amo Nick insistió.

Miley frunció el ceño cuando Christina echó una parte del líquido en ella y colocó en el suelo la botella. Miley no le había oído decir a Nick nada de esto, aunque él había murmurado al oído de Christina. Era un perfume que ella adoraba, el que siempre llevaba puesto, así es que no iba a discutir.
El aire se llenó del perfume del jazmín, Christina frotaba el aceite entre las manos, y luego empezó a darle masajes en la espalda a Miley con un toque experimentado.

Miley no la podía ayudar. Ella gimió ante la sensación de la mujer esparciendo el aceite en por su cuerpo y relajando la tensión de sus músculos. Como Christina trabajaba, empujó hacia abajo la toalla, hasta que Miley estuvo desnuda. -Hey- dijo Miley.

Pero Christina dijo en una voz práctica, -Mejor acostúmbrate a dejar al descubierto tu cuerpo, caramelo
Miley tragó saliva.

Mientras le daba masajes al trasero de Miley, Christine le explicó las reglas. -Cuando estés en el mismo cuarto que su dominador, debes conservar tus manos cogidas por detrás, tu postura recta, y tu mirada agachada.

Miley enterró su cara en los brazos, como Christine dijese de un solo tirón más "reglas", la estrangularía. Oh, Miley había echo una investigación en Internet antes de venir al club, pero el pensamiento de realmente llevar a cabo esto con Nick, no era menos que darle un susto mortal a su corazón. Éste no era un trato inversor, nada de lo que ella estuviera al mando.

En cuanto a que este fin de semana era afectado, ella verdaderamente iba a ser la Esclava Sexual de Nick. Miley enfocó la atención en el masaje, hizo un intento para no crisparse cuando Christina amasó sus asentaderas, luego sus perniles, acercándose a sus pliegues. Para su sorpresa, el contacto íntimo hizo que a Miley le doliera el coño.

Cuando Christina la hizo ponerse boca arriba, había pasado lo peor. Las manos de Christina fueron expertas, profesionales, pero mientras ella trabajaba sobre los pechos de Miley, la barriga, y los muslos superiores pensó que gritaría si no tenía un orgasmo.

Ella se levantó cuando Christina finalmente terminó el masaje sensual. Ella se habría avergonzado si hubiera llegado al clímax.

Miley desnuda, se deslizó fuera de la mesa con ayuda de Christina. Estaba enteramente desnuda, pero ahora mismo no le importaba. Se sintió demasiado bien, y relajada.

-Tengo la ropa que debes llevar puesta para el Amo Nick.- Christina trabajó con prisas en el armario y lo registró. Cuando regresó, llevaba un traje negro pequeño de cuero, que ella no veía como eso cubriría mucho de cualquier parte de su cuerpo.
No lo hizo.

Cuando Miley finalmente se metió con dificultad en el traje apretado, clavó los ojos en su misma imagen en el espejo ancho mirándose. El corsé de cuero negro atado debajo de sus pechos, empujando sus pequeños globos hacia arriba y juntándolos para que al fin ella realmente tuviera hendidura. 

Sus pechos tenían la apariencia de como si estuvieran en una bandeja de servir. La parte superior del corsé apenas le cubría los pezones, un indicio de los botones de sus pezones de un tono rosado mirando a hurtadillas por encima del cuero negro.

La falda cortísima no fue mucho mejor, apenas escondiendo los rizos de su montículo y por detrás apenas cubría su trasero. No hubo ropa interior.

-Esto no puede ser todo.- dijo a través de la cabina acortinada donde se cambiaba.

-Veamos.- Vino la voz agradable de Christina desde el exterior la cabina. -Pero no olvides los tacones.

-Los tacones. Vale.- Miley masculló cuando rebuscaba entre el bolso de la ropa y buscaba los estiletes negros de cuatro pulgadas. Ella tenía otra apariencia en el espejo de cuerpo entero. Sus pezones se levantaron tan duros y tensos que podían verse presionando en contra del cuero suave. 

Los botones de sus pezones arrugados alrededor de los fondos, que se adornan como diamantes duros y que estaban apenas ocultos. Sus mejillas ya no estaban pálidas, estaban enrojecidas con lo que ya fuera excitación o vergüenza, probablemente ambos y sus ojos grandes, los iris de un color moreno profundo como de chocolate. Su pelo oscuro pendía en cascada hacia sus hombros, ella lo arregló a fin de que se resbalara sobre sus pechos, cubriéndolos completamente, porque ella los había estado mirando a hurtadillas desde arriba. Ella se vio deseable, ardiente. Parecía un gatito sexual. ¡Todo desde cómo iba vestida a cómo se vio gritando, fóllame, soy tuya!

Sus mejillas ardieron al pensar en Nick viéndola con este vestuario puesto. Tal vez él la tomaría en el acto y aliviaría la dolencia entre sus muslos.
-Ven afuera, caramelo.- La voz de Christina sonó con un tono impaciente. -Tu amo está a la espera.
Miley tembló. El amo.

Cuando empujó a un lado la cortina del vestidor y salió al cuarto, su cuerpo entero ardió. -Necesito una envoltura o algo por el estilo para esta cosa. No puedo caminar por allí fuera con esto.

-Es perfecto. Sólo una cosa más.- Christina cambió de dirección y hurgó en un gabinete, y luego sacó una larga tira de cuero negro de semental, de plata. -Esto debería ir en tu cuello.

Miley tragó saliva cuando vio que era un collar, como el que Christina llevaba puesto. Aún tuvo el valor para ver que era una correa. -No vas a poner eso en mi cuello.

Christina suspiró, su verde mirada brillaba intermitentemente con impaciencia. -Quizás el Amo Nick escoja hacerlo él. Una cierta cantidad de los Doms lo hacen, sabes.

Miley no conocía estas cosas, pero ella esperaría y discutiría sobre esto con Nick.

A Miley le dio escolta Christine para salir del cuarto, hasta otro vestíbulo, y hacia un cuarto común que estaba lleno de parejas vestidas como ella. Miley hizo un intento para no mirar cuando Christine la condujo por una escalera al segundo piso. 
El camino entero Miley bamboleó, y cada vez que pasaba por al lado de alguien, ella se sonrojaba con calor. Por el rabillo del ojo, vio que ambos hombres y mujeres la miraban con miradas apreciativas cuando pasó. Pero Miley guardó calma y se puso a prueba para no encontrar los ojos de alguien.

Pasaron numerosas puertas mientras Christina iba delante. Todo estaba bellamente decorado en caoba y verde oscuro, y la alfombra era paisley, hecha en el mismo tono Borgoña así como también de color verde profundo.
Llegaron al final de otro corredor, estaban ante una esquina entera con un set de contrapuertas, obviamente una suite. Christina dio un golpe en las puertas inmensas de caoba, y Miley contuvo el aliento.
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hola espero q esten bien bueno estoy un poco triste ya q solo 2 coment obtube pero soy bien aceptados esperemos q con este tngamos mas. los siguientes cap ya esmpieza el cachondeo mas intenso jaja en fin 
comenten, cuidense bye
a si puedo alrato subo mas si no hasta la proxima semana como q el martes.

1 comentario:

  1. Muy interesante historia :) espero que recibas mas comentarios, porque es genial jajaj

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Lindos coments